El dulce o
carne de membrillo y Puente Genil, son dos nombres que están íntimamente
relacionados, hasta tal punto que es imposible mencionar el nombre de esta
localidad sin que se le asocie a tan rico manjar, y viceversa.
El
origen de la fabricación de la carne de membrillo fue algo espontáneo, si bien,
no está definido en el tiempo. Los hortelanos elaboraban caseramente este dulce
con los frutos que daban sus campos. Es a través de la industria alfarera como
empieza a comercializarse este producto, pues los arrieros al llevar a otros
pueblos sus piezas artesanales, solían llenar estas vasijas con la carne de
membrillo, vendiendo en sus rutas ambas cosas a la vez.
Estas
primeras ventas fueron exitosas, por lo que, poco a poco, se inicia la
fabricación a nivel industrial de este producto. Tras la venta ambulante del
mismo por parte de los arrieros, D. Rafael Rivas monta una fonda y una
confitería donde se empieza a vender carne de membrillo. Posteriormente, en
1854, tendrá lugar la primera exportación de este dulce a La Roda de Andalucía, de mano de
D. Francisco Rivas.
En
1888, D. Rafael Rivas Pérez, debido a su participación en la elaboración de tan
distinguido producto, obtiene una medalla de oro en la Exposición Universal
de Barcelona. Asimismo, en 1895, su labor vuelve a ser reconocida al otorgarle
Diploma de Honor, Cruz y Medalla en el concurso internacional de Burdeos.
Un
par de años antes, 1893, el número de fábricas de membrillo existentes en la
localidad ya ascendía a un total de seis. Este considerable aumento se debió en
gran parte a la electrificación de dichas entidades, lo que permitió un mayor
desarrollo de la actividad industrial.
El
proceso de elaboración más utilizado a nivel productivo en aquella época para
llevar a cabo la fabricación de la carne de membrillo, consistía en seguir los
siguientes pasos:
1.
Escoger los mejores frutos y
limpiar sus impurezas.
2.
Ponerlos a hervir a fuego fuerte
hasta lograr enternecerlos.
3.
Apartarlos del fuego, sacándolos
del agua en la que han hervido y cubrirlos con paños hasta que se enfríen.
4.
Mondar los membrillos, separando
la carne del fruto de las semillas del mismo.
5.
Convertir la carne obtenida en una
masa, tras pasar ésta por una máquina de rayos finos.
6.
Añadir a dicha masa azúcar en
cantidad igual a su peso, poniendo de nuevo este preparado al fuego.
7. Una vez combinadas ambas
sustancias y evaporada la humedad, se obtenía una pasta sólida, la cual ya
estaba lista para ser embasada y
comercializada.
Para
hacernos una idea de la aceptación de este producto en el mercado, destacar que
el precio de clase superior por Kilogramo, sobre el año 1890, era de 1,5
pesetas.
Por
su parte, la jalea se fabricaba con el jugo que se extraía por presión de los
membrillos, azúcar y una corta cantidad de cola de pescado.
La
industria membrillera daba empleo a multitud de trabajadores, sobre todo
mujeres, durante una larga temporada, coincidiendo con la época de mayor paro
estacional, la llamada “San Miguelada”, entre los meses de Septiembre y Octubre,
ocupando desde personas que se dedicaban a la recolección de los membrillos, el
transporte en caballerías de éstos desde las huertas a las fábricas,…, las
mujeres que se afanaban en operaciones preliminares, en la confección de
envases…, hasta los vendedores ambulantes con caballerías que partían hacia
todos los rincones del país y de Portugal para dar a conocer esta delicia
autóctona. Para que podemos apreciar la dimensión que alcanzó este producto
dentro del mercado internacional, hay que destacar que Rafael Rivas exportó
dulce de membrillo a Filipinas cuando todavía este país era español. Asimismo,
conozcamos el promedio anual de las primeras materias empleadas y de los
productos obtenidos a raíz de éstas, allá por el año 1893.
Primera materia
|
Productos
|
|||
Membrillos
|
Azúcar
|
Carne de membrillo
|
Jalea
|
Simientes o pipas
|
172500
Kg
|
115000
Kg
|
230000
Kg
|
69000
Kg
|
270 Kg
|
Precios en pesetas
|
||||
De 0,09
a 0,18
|
De 0,87
a 1,06
|
De 0,85
a 1,30
|
De 1,5 a
2
|
De 1,5 a
2
|
Esta
tabla deja ver claramente como el membrillo se aprovechaba por completo; los
desperdicios se empleaban en la crianza de cerdos y las pepitas del membrillo
se exportaban al extranjero para elaborar productos cosméticos.
Paulatinamente,
la industria del dulce de membrillo pasa de ser de naturaleza familiar, a tener
un desarrollo económico en la zona de gran calado, sobre todo a finales del
siglo XIX y principios del XX, cuando, debido a la electrificación, el número
de fábricas existentes en la localidad asciende a dieciocho, consumiendo 150
vagones de fruto procedente tanto de las riberas del término municipal como de
importación.
Vista de Puente Genil a finales del siglo XIX.
El
aumento de fábricas dedicadas a la elaboración de carne de membrillo triplica
su producción, en parte, gracias a la introducción de la maquinaria en esta
industria. Primero, las máquinas empleadas eran sencillas, similares a las de
picar carne, movidas por medio de un volante. Posteriormente, se emplearon
máquinas de motor y, finalmente, éstas incorporaban un pulpero.
De
esta forma, la producción de carne de membrillo en Puente Genil alcanzó un
volumen del 85% de la producción total española, por lo que puede decirse que este municipio era considerado el principal productor de dicho dulce en nuestro
país.
El cómputo total de manufacturas empleadas en
la fabricación de carne de membrillo existentes en nuestra localidad llegó a
ser de veinticinco. Sin embargo, actualmente solamente continúan su actividad
tres empresas dentro de este sector.
Antigua fábrica de membrillo
“Muñoz”.
Muchas de las antiguas fábricas se ubicaban en el casco antiguo del
municipio, comúnmente conocido como “el barrio bajo”, como por ejemplo
Membrillo Estrada Haro situada en la calle Baena, Chacón Yerón en la calle
Luna, Membrillo “El Quijote” en la calle Tintor, “La Fama” en calle Pescaderías, o
“La Andaluza”
en calle Fernán Pérez y, dos de ellas, membrillo “San Antonio” y “San Lorenzo”,
en el barrio de Miragenil. En la actualidad, si paseamos por esta zona del
pueblo, aún podemos apreciar la fachada de algunos de estos antiguos edificios,
como es el caso de “La
Andaluza”, pero en la inmensa mayoría de ellos, el recuerdo
de su período activo queda únicamente reflejado en sus chimeneas de ladrillos.
En ocasiones,
algunas de esas chimeneas se han conservado al construir en ese
terreno nuevas edificaciones, como ha ocurrido con la antigua fábrica de
membrillo Estrada Haro, donde se ha conservado ésta al erigir en su lugar un
edificio de carácter residencial denominado Río de Oro.
Si visitamos el museo de la localidad, en la
sección etnográfica del mismo podemos observar algunos objetos que nos
describen y transportan a aquella época de esplendor industrial: artesas,
anuncios publicitarios, una maqueta que refleja los pasos seguidos para la
elaboración de la carne de membrillo en una de aquellas fábricas, una lista de
precios y productos, utensilios para la manipulación del membrillo (cuchillos,
paletas) y toda una colección de envases de “hoja de lata” de algunas de
aquellas fábricas, las cuales llaman la atención del visitante por su variedad
de formas, colores y tramas.
Esta
información ha sido extraída de un libro consultado en la Biblioteca Municipal
“Ricardo Molina”, cuya reseña bibliográfica es la siguiente: Jiménez Rodríguez,
J.S. (2000). Episodios Locales Pontanos: Agricultura,
modos de vida e industria (1ª parte; volumen XXXI). Puente Genil: Anzur.
Asimismo, me he basado también en los datos reflejados en la sección de
Etnografía del Museo de Puente Genil sobre la historia del membrillo en nuestra
localidad, la cual puede ser consultada y ampliada a través del siguiente enlace:
Les puedo asegurar que la Crema de Membrillo Extra "EL QUIJOTE" es.... sencillamente maravillosa en todos los aspectos. Se lo dice un buen gourmet "vegano".
ResponderEliminarHoy he decidido buscar en este sitio información sobre desde cuando se elabora el dulce de membrillo en Puente Genil.
ResponderEliminarMi curiosidad ha venido porque conservo una caja de letón, que me dieron mis tías, hace más de 20 años, que ellas usaban y desde niña yo la conocía y me gustaba mucho, como caja de hilos para la costura y yo sigo con el mismo uso.
La caja es de "La Purísima Concepcion" y bajo la imagen de la Virgen dice: Gran Fábrica de Dulce y Jalea de Membrillo, Ángel Morales Carvajal, sucesor de Emilio Pérez Rivas de Puente Genil.
La caja es de tamaño mediano, 24 x 15 x 4 cm.
No he visto referencia de esta fábrica en las que ha mencionado el comentario del blog que he leído.
Me gustaría saber de qué año es. La caja está hecha en Badalona, pero no indica en ningún sitio el año de envasado.